lunes, 17 de septiembre de 2012

La Biografia de Dasso Saldivar


"La mejor biografía sobre García Márquez es la de Dasso Saldívar": Renson Sepúlveda, Mejor Columnista en el Premio Semana-Petrobras

Por ColordeColombia el 27 de Noviembre 2009 4:51 PM
Dice que su columnista favorito es Antonio Caballero. Acaba de ganar un pleito de cuatro años a un poeta que lo demandó penalmente por una crítica a su obra. Y le gusta ser el 'enfant terrible' de La Opinión, de Cúcuta.
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Por Daniel Mera
Unos buenos amigos lo inscribieron por su cuenta en el Premio, y es probable que hayan descorchado botellas con cargo a los seis millones de pesos que acompañaban el reconocimiento del jurado.
El efusivo abrazo que le propinó al presidente de Petrobras en Colombia, Abilio Ramos, muestra que el columnista sabe hacer paréntesis, al menos en su crítica al capitalismo. Aunque la foto será usada en su contra.
Le gusta su rol de 'enfant terrible',  y este premio le completa un buen momento, pues finalmente ganó un largo pleito judicial con un poeta abogado que se sintió agraviado por una crítica literaria y lo demandó penalmente, con pretensiones de indemnización por 500 millones de pesos (por injuria y calumnia).
Con este reconocimiento nacional, aumentarán sus charlas de literatura y periodismo en distintas ciudades del país, y quizá lo demandarán menos.  Y su mamá, Osmelia Vergara, una vallenata trasplantada a Cúcuta, sentirá que algunas de las canas que le sacó tal vez están justificadas.
Este egresado de literatura de la Javeriana, de Bogotá, respondió cinco preguntas.
¿Cuál es su columnista favorito?
En Colombia es Antonio Caballero, a quien considero el mejor columnista del país. Aunque a veces prefiera a Daniel Coronell y pocas veces a Héctor Abad. Pero siempre tengo en Antonio  un modelo de columnista. También leo a Vicente Verdú, en el País de España y al mexicano Óscar de la Borbolla.
Y siento profunda admiración por el británico Paul Jhonson que, cada cierto tiempo, sale un libro suyo, en español, con sus columnas de prensa que publica en diarios de Inglaterra.
Usted es especialista en García Márquez. ¿Cómo le pareció la biografía que le hizo Gerald Martin a Gabo?
Es una biografía voluminosa, documentada, exhaustiva, pero en ciertos momentos "complaciente" con el personaje biografiado.
Creo que la mejor biografía que se ha escrito sobre García Márquez es la de Dasso Saldívar titulada "El viaje a la semilla". Y no sólo porque Dasso no traga entero sino por su estilo de escritura: se lee como una novela.
¿Existe en Colombia el periodismo literario?
Claro que existe. Alberto Salcedo Ramos, Juan José Hoyos, Heriberto Fiorillo, Joaquín Botero, Gustavo Arango, entre otros, son representantes de esta corriente periodística latinoamericana. Porque tenga en cuenta que el periodismo literario los practicaron en América latina: José Martí, Rubén Darío, Julián del Casal, en el siglo XIX. Muchos antes de Truman Capote y Norman Mailer.
¿Por qué cree que la opinión pública es un poco impermeable a la opinión de los columnistas?
La opinión pública son los periodistas que se encargan de crear eso que todos conocemos como opinión pública. Al margen de esto. El público tiende a asociar al columnista con un partido político o con una corriente ideológica. Entonces Antonio Caballero es de izquierda y Plinio Apuleyo de derechas. Ambos tienen sus lectores, y tanto uno como otro descalifican al contrario.
 Además, creo yo, que la sociedad colombiana es frívola en gran parte por culpa de la prensa. O se está frivolizando. Y lo único que nos importa es lo menos importante en un país que ha descubierto su geografía gracias a las masacres.

Dasso Saldivar: Gabo no hubiera sido escritor sin el periodismo


Dasso Saldivar: Gabo no hubiera sido escritor sin el periodismo



El periodista colombiano Dasso Saldivar, biógrafo de Gabriel García Márquez, contó aspectos desconocidos del premio Nobel de Literatura. Como la faceta de poeta en su juventud, su relación con Pablo Neruda y Fidel Castro

Madrid

El 2007 es un año especial para el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Sin duda, este es el año del "Gaboleo", pues el escritor cumplió ochenta años el pasado 6 de marzo, sesenta de su primer cuento publicado "La tercera resignación", cuarenta de la primera edición de "Cien años de soledad" y veinticinco de la concesión del premio Nobel.

Para conocer mejor a este magnífico artista colombiano y en vista de las fechas tan importantes que se acercan para la literatura latinoamericana, conversamos con su compatriota Dasso Saldívar, quien ha escrito la biografía más íntima del premio Nobel de Literatura: “García Márquez. El viaje a la semilla (1997)”. Un libro, traducido en 10 idiomas, que demoró alrededor de 15 años en ver la luz y que muestra un retrato muy apasionante, en trece capítulos, sobre el autor de “Noticia de un secuestro” (1996).

Saldívar es un periodista y crítico literario muy respetado que ha publicado en diversos periódicos y revistas de América y Europa. Pero su pasión por la escritura de García Márquez es ahora su objetivo primordial, especialmente por que se están celebrando 365 días de fiestas para quien es considerado la última gran pluma de habla hispana.

“Este es un año plagado de eventos en todo el mundo para conmemorar el año de “Gabo”. Por una parte, se esta vendiendo una edición conmemorativa de un millón de ejemplares de "Cien años de soledad" (1967). Asimismo, se acaba de filmar en Cartagena de Indias la película basada en "El amor en los tiempos del cólera", explicó Dasso.

La reedición de la novela, que se vende a un precio popular de 10 euros tiene un epílogo con un índice onomástico y un listado de las distintas acepciones de varias palabras de 'Cien años' según cada país del mundo. A esto se une un prefacio que esta compuesto por una presentación a cargo de Víctor García de la Concha, director de la Real Academia de la Lengua Española, y por tres textos sobre la novela elaborados por Mario Vargas Llosa; el mexicano Carlos Fuentes y el colombiano Álvaro Mutis.

Chile, Neruda y sus influencias
Sin embargo, este festival alrededor de García Márquez más que un reconocimiento personal, es un homenaje a la rica cultura latinoamericana y a sus profundas raíces mestizas. Porque Gabo ha estado siempre en contacto con la tierra americana y sus libros se nutren de ella.

De hecho, tal y como aseguró Saldivar, Chile conforma una fase importante para el escritor, concretamente por dos autores que leyó desde el colegio: Gabriela Mistral y Pablo Neruda. “Sé que a Neruda lo considera uno de los más grandes poetas del siglo XX junto a Pessoa y Kavafis. Es más, Neruda estuvo en la base de su formación literaria, pues García Márquez leyó y escribió muchos poemas desde los doce a los veinte años. Junto a Rubén Darío, el poeta chileno fue siempre uno de sus más grandes y constantes maestros”.

Como no podía ser de otra manera, ambos genios se conocieron y forjaron una fuerte amistad, especialmente después de que Neruda leyese "Cien años de soledad". El ex senador chileno se quedó tan fascinado con esta novela, que llegó a señalar que era la mejor de la lengua después de El Quijote. “Tanto fue la admiración del poeta chileno que por un tiempo compraba la novela del colombiano y se la regalaba a sus amigos. También la escogió como regalo para el Pompidou cuando acudió al Elíseo a presentar sus cartas de nuevo embajador de Chile”, contó.

La faceta juvenil de poeta de García Márquez es muy desconocida en los círculos literarios y por sus lectores. Para Dasso ello se debe a que Gabriel García Márquez empezó muy joven con la poesía y sólo la desarrolló hasta los 20 años. “La poesía de “Gabo” tuvo su cúspide entre los 12 y 13 años. Asimismo, los poemas que escribió son muchos y están repartidos entre los amigos y familiares. La verdad es que él siempre pensó que era ante todo un poeta. Y yo creo que lo es, pese a que luego se pasó a la prosa”.

Aunque, sin objeción, el periodismo para Gabriel García Márquez es su gran amor y el camino que le nutrió de la magia que sorprendió a los críticos. “”Gabo” ha dicho repetidamente que él no hubiera sido el escritor que es, si no hubiera trabajado en el periodismo. La profesión le dio a él no solamente un conocimiento profundo de la realidad colombiana y latinoamericana, sino que le dio los instrumentos, los medios para convertirse en un maestro de la crónica”, comentó Dasso.

Retiro a descansar
La última etapa literaria de García Márquez ha sido muy silenciosa. Es verdad que ya recibió los premios más importantes del mundo y que sus libros son muy difíciles de superar, pero siempre se puede esperar cualquier sorpresa del escritor. “García Márquez le ha dicho a varios amigos que ahora no está escribiendo, sino que está releyendo y parece ser que la necesidad de escribir se le ha desacelerado por el momento. Sin embargo, él no ha dicho que no volverá a escribir”.

Ahora mismo, el genio aracateño ya sabe que ha dado todo lo que tenía que dar, que ha llegado el momento de callar y el receso creativo es una necesidad que se ha impuesto. “Él dice que antes se levantaba en las mañanas y se complicaba si no escribía una página, y ahora no necesita eso para relajarse porque hace otras cosas”, dijo.

Pese a las actividades que se le presentaron este 2007 a Gabo, un amigo suyo puede que no ha estado presente: Fidel Castro. Es conocida la postura de García Márquez en favor de líder cubano en la pugna ideológica que se da entre los intelectuales latinoamericanos. “La actitud de Gabriel García Máquez hacia Fidel Castro yo la veo como un compromiso con la amistad y porque no quiere darle juego a los enemigos de la Revolución Cubana. De hecho, tiene un libro muy importante, inédito, de 500 páginas que se llama “Cuba y el Bloqueo”, que Gabo prometió no publicar hasta la muerte del mandatario”, concluyó.

A 25 años del Premio Nobel de Literatura


El Premio Nobel hizo inmensamente feliz a García Márquez, pero también fue una noticia que no esperaba y que le dejó “knock out”. Dasso Saldivar contó que “Gabo” recibió la noticia de la Academia Sueca un día antes de conocerse la noticia oficial en su casa del barrio Pedregal de la ciudad de México. Se fue a casa de su vecino y amigo de toda la vida, Alvaro Mutis, para compartir con él aquella felicidad desbordante. Cuando Mutis le abrió la puerta y lo vio un poco transfigurado pensó que tal vez su amigo se había peleado con su esposa. "¿Qué pasó?", le preguntó Mutis. "Nada: es que me acaban de dar el Nobel". Entonces, recuerda Mutis, se tomaron unos Whiskys, y como al tercero ya Gabo había logrado dominar el entusiasmo que antes lo dominaba a él. Desde ese momento, no aceptó más premios.

La Biografía de Gabo


GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
(1928- )
Gabriel José García Márquez nació el 6 de marzo de 1928 en Aracataca (Colombia), hijo del telegrafista Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán.
El pequeño "Gabito", a causa de la pobre economía de sus padres, se crió al cuidado de sus abuelos, el coronel Nicolás Ricardo Márquez y su esposa Tranquilina Iguarán Cortés, personas muy influyentes en el mundo literario de su nieto, en especial su abuela, quien le contaba multitud de relatos de fantasmas, demonios y demás seres esotéricos.
Cuando su abuelo falleció en 1936 y su abuela estaba casi ciega, Gabriel tuvo que regresar junto a sus padres, que estaban residiendo en Sucre, tras conseguir su progenitor emplearse en una farmacia.

Los estudios de García Márquez se iniciaron en la población de Barranquilla. Posteriormente logró una beca para estudiar bachillerato en Zipaquirá y en 1946 comenzó la carrera de Derecho en la Universal Nacional de Bogotá.
En su periplo universitario conoció a Mercedes Barcha Pardo, con quien se casó en 1958 y con quien tuvo dos hijos, Ricardo y Gonzalo.
Tras el asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán y los disturbios posteriores que ocasionaron el cierre del centro universitario, García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena para intentar proseguir unos estudios a los que prestó poco interés, todo lo contrario que a la literatura, devorando con avidez todo tipo de libros.
En ese periodo comenzó a colaborar en el periódico "El Universal".
En 1950 García Márquez abandonó los estudios y se dirigió de nuevo a Barranquilla para escribir en "El Heraldo" y formar parte de un círculo literario conocido como "El grupo de Barranquilla".
En 1954 comenzó a colaborar con "El Espectador" de Bogotá, en donde divulgó su primer relato, "Ojos de perro azul", además de escribir crítica de cine. Un año después apareció su primera novela, "La hojarasca" (1955).
Cuando estaba en Europa trabajando como corresponsal, el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla ordenó cerrar su periódico.
García Márquez aprovechó la coyuntura para recorrer la parte Este del viejo continente, incluida la Unión Soviética, al tiempo que colaboraba en las revistas venezolanas "Elite" y "Momento".
Tras derrocar Fidel Castro al dictador Fulgencio Batista, Gabo trabajó con el revolucionario cubano en la agencia de noticias "Prensa Latina", llegando a ser corresponsal en la ciudad de Nueva York.
En 1961 abandonó este trabajo para residir en México, colaborar con Carlos Fuentes en la redacción de guiones cinematográficos, y escribir en las revistas "Sucesos" y "La Familia".
En 1967, con la publicación de "Cien años de soledad" (1967), Gabriel García Márquez se convirtió en una de las personalidades latinoamericanas más destacadas de su tiempo.
Durante las siguientes décadas se implicó más en cuestiones políticas, creando en los años 70 la revista izquierdista "Alternativa".
También fue miembro del Tribunal Bertrand Russell y creó la Fundación Habeas, dedicada a la asistencia a presos políticos.
Estas implicaciones ideológicas le llevaron en varias ocasiones a exiliarse voluntariamente en otros países, especialmente México.
En 1982 le fue concedido el Premio Nobel.
García Márquez es uno de los grandes literatos en habla hispana del siglo XX. Influenciado por Juan Ramón JiménezFranz KafkaWilliam Faulkner o Pablo Neruda, en sus novelas amalgama un retrato naturalista con elementos fantásticos, conformando el estilo denominado realismo mágico.
Su principal obra es "Cien años de soledad" (1967), trabajo cumbre de una trayectoria repleta de novelas significativas, como la también citada "La hojarasca" (1955), "El coronel no tiene quien le escriba" (1957), "El otoño del patriarca" (1975),"Crónica de una muerte anunciada" (1981), El amor en los tiempos del cólera" (1986), "El general en su laberinto" (1991) o "Del amor y otros demonios" (1994).
Después de diez años sin publicar una novela, reapareció con "Memoria de mis putas tristes" (2004), libro sobre un viejo periodista de noventa años que busca la compañía amorosa de una mujer joven.